Arriesga a caerte.

Día a día es normal conocer a gente nueva, ya sea porque algo te agradó de esta persona, ya sea porque te  la hayan presentado tus amigos, o simplemente compartiendo gustos en un evento importante que solo transcurre una vez al año.  Esta claro que sin salir de tu habitación, el ser humano ha desarrollado una capacidad de emoción a través de una pantalla y es muy posible que sea por eso que me cueste separarme de mi teclado y relacionarme en la vida real. He vivido mucho aquí sentado.

No obstante, cuando conoces a esa persona y conversas, durante las primeras lineas, o comentarios que dicha persona realice, puedes decantarte si es buena o mala influencia para tu vida rutinaria y monótona. Es ahí cuando puede que un proyecto, una relación o simplemente una amistad se marque para toda la vida si fuera conveniente para los dos. Aunque ya se sabe... La gente cambia y siempre es a peor, ya que la corrupción y el desgaste hace al humano, mas humano, y menos divino.

La gente que me conoce, pensará que no soy tímido, que soy una persona ausente, pero que tiene la vergüenza metida en un saco oscuro y con telarañas, pero sin irnos mas lejos de la realidad, la timidez puede ser representada en varios aspectos, y no solamente en un comportamiento de cara al publico, ya que solo con salir a la calle, puedo ver personas, decenas, miles... No puedo llegar a contarlas a todas. Y son personas que quien lo diría... Podrían ser el motivo por el que des la vida hacia esa persona, de manera intermitente y constante, según claro esta en los momentos que lo necesite y requiera. 

Pero ya se sabe, en algo que hay que mostrar interés, hay que aportar un poco cada día, y no dejar que la desdicha y la dejadez gobiernen y coja de las riendas a lo que es capaz de acelerar tu corazón de adrenalina pues no hay mas motivación y energía que un sentimiento.  Es algo que puede llevarte de nuevo a la vida.

Me supone todo un reto, no decir todas esas cosas que siento, de manera tan prematura, y que son tan intensas por miedo al rechazo. Por miedo a la humillación. Por miedo a que lo que mas anhelo, no se cumpla. Es ahí donde reside mi timidez, y lo que hace que me bloquee en un momento de la conversación y sea un bucle constante, en el que solo alimento a mi ilusionada pero cobarde idea de la motivación que me da para levantarme de la cama y sentirme orgulloso. 

Muchas veces son las ocasiones en las que en la ducha he llorado y mencionado a voz alta para recapacitar el controlar dichos sentimientos. Pero siempre vuelven, y soy incapaz de controlarlos. 

Lo siento, damisela, pues tus zapatos de cristal, es posible que se rompan, si menciono lo que siento. Y tengo ganas de hacerlo.

Cierra los ojos y contempla el sonido del silencio

pues aunque nadie efectué ningún efecto sonoro

Nunca sabremos que es el silencio

Siempre te atormentara tu cerebro con ruido, parafernalia y rencor.